miércoles, 27 de agosto de 2008

RESPUESTA A DON TOTE.

El otro día se publicó en el diario INFORMACIÓN de Alicante la carta de un lector al que le parecía "un absurdo" que algunos perdiéramos el tiempo en solicitar que nuestro Ayuntamiento retirase las distinciones concedidas en su día al dictador Franco. Parece que la mentalidad de algunas personas de la derecha es tan cortita que si se ocupan de un tema ya no pueden pensar en otros; porque yo me pregunto qué pérdida de tiempo puede suponer exigir esa reparación histórica que nos impide, según el comunicante, pensar también en cosas mas inmediatas, como si lo cortés quitara lo valiente, o como si nuestro cerebro de rojillos con limitaciones mentales no nos permitiera preocuparnos por las cosas inmediatas, que nos preocupamos, vaya que si nos preocupamos, y a la vez defender nuestra dignidad histórica.
Bueno, pues le he contestado al señor Tote, y hoy me publica la carta el diario INFORMACIÓN. Ahí va:

RESPUESTA A DON TOTE MARTINEZ PRATS.

Me imagino, señor Martínez que sí será usted partidario de que se quiten de las calles de Euzkadi los rótulos dedicados a los asesinos etarras, ¿verdad? Porque la dignidad de las víctimas así lo requiere, me dirá usted. En cambio retirar las distinciones auto concedidas en su día a un Dictador que había provocado una guerra con más de 600.000 víctimas y una posguerra preñada de fusilamientos, cárceles, exilios, censuras y represalias, es una pérdida de tiempo, según usted. ¿Por qué? ¿Porque las víctimas de Franco eran menos dignas que las de la ETA? ¿Porque eran “rojos”? Hay unas cosas que se llaman decencia histórica, justicia histórica y memoria histórica, que son muy importantes, aunque a usted le parezcan una pérdida de tiempo y un “absurdo”. Seguramente, si su padre o su madre o un tío o abuelo hubieran sido fusilados en los años 40, o no hubieran podido ejercer su título académico, después de sufrir años de cárcel, no le parecería a usted tan absurdo que muchos alicantinos no queramos tener como hijo predilecto de nuestra ciudad, o alcalde honorario o lo que sea, a aquel militar fascista que cometió un delito de alta traición, castigado en los códigos penales de la época con la pena de muerte. Y no me hable de que debemos ocuparnos de cosas mas importantes que la dignidad, que hay tiempo para todo, porque la misma energía se gasta en decir que sí que en decir que no. Así que sus argumentos, permítame que se lo diga, me parecen sospechosamente tendenciosos. Claro que debemos ocuparnos de los problemas graves e inmediatos, pero eso no nos debe hacer perder la conciencia histórica, ni mucho menos al amor a la democracia, incompatibles con una dictadura fascista.
Allá usted si no lo quiere entender.
Afectuosamente,
Miguel Ángel Pérez Oca.

lunes, 25 de agosto de 2008

COMPEÑEROS DE FATIGAS


No sé si fue "Clarín" el que dijo que en España escribir era llorar. Bueno, tampoco es para tanto, porque uno, si es de verdad un escritor vocacional, escribe por la satisfacción que da escribir y que, de vez en cuando, lo lean a uno. Aunque si lo que pretendes es vivir de esto, vas dado. La fauna litaria de Alicante es muy variada y sus relaciones entre compañeros, más que de rivalidad es de amiguetes que compartimos una misma pasión y similares tribulaciones. Con motivo de la publicación de la última entrega del "Detective Terratremol", esta vez "en la Ciudad de las Maravillas", tuve el gusto de realizar las ilustraciones, además de colaborar con un relato. Aquí está la caricatura colectiva del grupo de escribidores que perpetramos el libro. No están todos los que son, pues no todos pudieron o quisieron acompañar en sus aventuras al famoso detective creado por Mariano Sánchez Soler, y tampoco son todos los que están; pues uno muy querido, Adrian López, "el ciudadano López", ya no está entre nosotros. Pero ahí queda el testimonio de todos aquellos que participaron en la aventura. De izquierda a derecha y de abajo a arriba: Adrián López, Mariano Sánchez Soler, Ángeles Cáceres, José Luís Ferris, Manuel Parra, yo, Gerardo Muñoz, Jesús Moncho, Luís Bonmatí, Manolo Alcaraz, Llum Quiñonero y Rafael Fernández. Y detrás de todos, al otro lado de la ventana, la Cara del Moro, llorando por Alicante y su urbanismo salvaje. Que de eso se trata.

jueves, 21 de agosto de 2008

BOCHORNO MUNICIPAL.


Hoy ha poblicado el diario INFORMACIÓN de Alicante un artículo mío dedicado a nuestro alcalde Luis Díaz Alperi, que ha tenido la osadía de contestar al nuevo Síndic de Greuges que no piensa retirar los honores y distinciones concedidos en su día al dictador Francisco Franco por alcaldes franquistas a los que me resisto a llamar alcaldes, porque no habían sido elegidos por el pueblo sino nombrados a dedo por el Ministro de la Gobernación, con la aprobación del dictador. Desde ahora propongo que a dichos pseudo alcaldes se les designe con el nombre que se daba a los administradores municipales elegidos directamente por el rey en épocas pretéritas, es decir: corregidores. Alperi pretende que se le presenten 25.000 firmas para que él considere la posibilidad de retirar dichos inmerecidos honores. O sea que, para cumplir con una ley, la de la Memoria Histórica, que tiene la obligación de acatar, intenta someter a los buenos ciudadanos a una nueva humillación. Estoy muy indignado, y por eso he mandado a la prensa el artículo que os pongo a continuación.


BOCHORNO MUNICIPAL.

No me refiero al calor sofocante que hace en nuestra plaza del Ayuntamiento, normal en esta época del año, me refiero a “bochorno” en otra de sus acepciones: “Sofocamiento producido por algo que ofende, molesta o avergüenza”. Porque me siento avergonzado, molesto y ofendido por el comportamiento de nuestro alcalde; por su respuesta al nuevo Síndic de Greuges sobre su negativa a retirar los títulos honoríficos concedidos en su día al dictador Franco por un ayuntamiento franquista que no representaba al pueblo, pues había sido designado a dedo. Como bien dice Carlos Gómez Gil, esta respuesta desganada, despectiva para el nuevo Sindic impuesto precisamente por el P.P., “insiste en su actitud contumaz de falta de respeto a la legalidad vigente”. En una palabra, que le hace una nueva pedorreta a la Ley de la Memoria Histórica. En un escrito del nuevo Síndic, Carlos Morenilla se queja de “la acreditada falta de colaboración del Ayuntamiento”; lo que le honra, teniendo en cuenta qué partido gobierna en el mismo. O sea, que también le hace una pedorreta al Síndic, y de rebote a su propio partido, el P.P. Una actitud prepotente que refleja la ideología y el talante de nuestro alcalde.
Estoy avergonzado de que una persona de su trayectoria haya sido votada por muchos alicantinos reiteradas veces, a pesar de su desastrosa y sospechosa gestión del urbanismo alicantino, y ahora con su negativa a librarnos del oprobio de tener como personaje amado a un militar traidor que se alzó contra el gobierno legal y democrático, elegido por el pueblo, provocando una guerra terrible y una posguerra monstruosa. Seguramente, los que lo eligieron no lo votaban a él sino a su partido, y eso se vio en los resultados de las últimas elecciones municipales y autonómicas. Pero es que yo, si fuera simpatizante del P.P., tampoco lo hubiera votado; que tiempo hemos tenido ya para conocerlo, y parece que más que militar en el P.P. pertenece al Glorioso (!) Movimiento Nacional.
Su actitud es la misma, EXACTAMENTE LA MISMA, que la de cualquier alcalde abertzale de Euzkadi que se niega a retirar el rótulo de una calle dedicada a un criminal etarra. Con la diferencia cuantitativa, que no cualitativa, de que Franco fue responsable de muchísimas más muertes violentas, torturas, vejaciones, represalias, exilios y demás crueldades que ningún terrorista vasco.
Yo colaboré los primeros días para conseguir las 25.000 firmas que el alcalde Alperi exige para conseguir la retirada de honores al dictador. Ahora me arrepiento de ello, al considerar que esa exigencia es una ofensa, un trágala inadmisible. Que ahí está la ley y la dignidad histórica de los españoles, para que nadie nos quiera cobrar un plus de humillación por cumplir lo que legalmente ya está dispuesto.
Estoy indignado, abochornado y cabreado con las injusticias históricas que permiten que un personaje de estas características pueda alcanzar la más alta dignidad de mi querida terreta. Ni él podía haber llegado más alto, ni los alicantinos más bajo. Aunque ya lo dijo Winston Churchill: “Cada pueblo tiene el gobierno que se merece”.
Qué le vamos a hacer.

Miguel Ángel Pérez Oca.
(Publicado en el INFORMACIÓN el 21-8-2008)

martes, 19 de agosto de 2008

MIS CARTELES.




He diseñado carteles para la Unión Astronómica Internacional, la Sociedad Astronómica Española, El Círculo Astronómico Mediterráneo y diversas Jornadas Astronómicas. Os pongo aquí los más importantes: el de la reunión internacional celebrada en La Laguna, Tenerife, donde el doctor Rafael Rebolo presentó su descubrimiento de las Enanas Marrones, el de una reunión celebrada en Alicante sobre Estrellas B de Emisión y otro evento internacional también celebrado en Alicante sobre colisiones catastróficas en el Sistema Solar.

sábado, 16 de agosto de 2008

CUENTO DE NAVIDAD EN VERANO.


"María y José" es un cuento de Navidad donde los padres del niño Jesús viajan a Canarias en un cayuco. Forma parte de mi libro "El Telescopio" y es uno de los artículos que he ido leyendo los martes en Radio Alicante. Ahora es Verano, pero las pateras y los cayucos hacen que el tema siga siendo de actualidad.



MARÍA Y JOSÉ

María y José llegaron a Tenerife en un cayuco. Varios de sus compañeros de viaje habían muerto de sed y de frío cuando la lancha de la Guardia Civil les echó un cabo para remolcarlos a la costa.
-¿Tú crees que encontraremos refugio en esas tierras? - preguntaba María a su esposo, angustiada por su situación. Estaba embarazada, muy embarazada, de hecho, a punto de dar a luz. Y no sabía lo que les esperaba, sobre todo a su hijito, que ya pugnaba por salir al mundo. Habían sobrevivido de milagro, después de una espantosa marcha por el desierto y una travesía en cayuco desde Senegal, sobre las olas agitadas por un viento traidor que se había empeñado en alejar de su destino a aquella frágil embarcación, pintarrajeada con ídolos africanos que se suponía deberían haberlos amparado. Y es que uno no debe fiarse nunca de los dioses.
María y José venían huyendo de la miseria y de la tiranía. Su país era uno de esos cuyo nombre, en lenguaje nativo, no nos dice nada a los que nos aprendimos en la escuela las naciones africanas por su denominación colonial. Como casi todos esos países abandonados a su suerte en aquella farsa que se llamó descolonización, se trataba de un espacio artificial cuyo Estado dominaba territorios ocupados secularmente por distintas etnias irreconciliables. Y uno de esos pueblos había monopolizado el poder político, cruel y corrupto, en la persona del sangriento dictador Herodes Mandanga, al que no le preocupaba lo más mínimo matar inocentes, siempre que no fueran de su propia tribu.
Al llegar a puerto, les sorprendió la limpieza que reinaba por todas partes, desde los edificios a la ropa de la gente que los recibió, dándoles mantas y bebidas calientes. Los llevaron en ambulancias a un hospital, donde se ocuparon de las quemaduras, deshidrataciones e hipotermias que sufrían muchos de los viajeros, y, sobre todo, de María y de otra chica embarazada que también viajaba con ellos. Angelita, la trabajadora social de la O. N. G. que los atendía, acompañó a María a dar a luz, cuando pocas horas después de la arribada se puso de parto, y se asombraba de que no se quejase, como por lo visto hacen las mujeres blancas de Europa.
-Parece que has parido sin daño ni dolor alguno… - le decía en francés, que María entendía un poco, por haber sido su país colonia francesa.
-Es que nosotras estamos acostumbradas a sufrir y sabemos que por mucho que grites, no se va el dolor.
El niño era precioso y Angelita les preguntó qué nombre querían ponerle. Ellos, como no conocían los nombres usuales en Europa, se encogieron de hombros, y Angelita decidió por los dos.
-Le llamaremos Jesús.
A los pocos días llegaron al centro de acogida unos hombres muy distinguidos, de los que José no sabía si pensar que eran reyes o magos poderosos; porque traían regalos para todos.
-Son políticos - les dijo, con gesto desdeñoso, un refugiado guineano que llevaba retenido allí varios meses, sin poder salir de las islas camino de la Península.
Melchor García, del P. S. O. E., Gaspar del Castillo, del P. P., y Baltasar Peraza, de Coalición Canaria, les entregaron sus obsequios: un reloj dorado para José, un frasco de perfume para María y un bonito oso de peluche para Jesús.
- No os fiéis de esta gente – les advirtió el veterano refugiado -, que los blancos sólo son buenos y generosos en Navidad.
-¿Qué es Navidad? – preguntó José a Angelita, que estaba colocando un cartel que decía “Paz en el Mundo”.
-Es cuando celebramos el nacimiento del Niño Jesús.
-¿Ves, María, como esta gente es buena? - exclamó José - ¡Están todos celebrando el nacimiento de nuestro hijo!
Y se imaginó a Jesús creciendo en aquella tierra de promisión, y estudiando en la Gran Escuela de los blancos, de donde saldría un día, convertido en un sabio y carismático maestro. Ese día, Jesús volvería a su tierra para guiar a su pueblo y darle cultura y libertad. Ese día Jesús derrocaría al tirano Herodes Mandanga…
¿Era ese el destino glorioso de Jesús? José y María estaban seguros de ello. Aunque los europeos, que somos muy escépticos porque tenemos una historia vieja, llena de traiciones, injusticias y fracasos, sabemos por experiencia que algún tiempo después de la Navidad viene la Semana Santa.
Miguel ángel Pérez Oca.
(Leído en Radio Alicante el 19-12-2006)

viernes, 15 de agosto de 2008

¡SUPERNOVA!




En 1993, el aficionado lucense Francisco García Díaz descubrió una explosión de Supernova en la galaxia M-81. Nosotros, desde el Observatorio de Los Molinos, estuvimos observándola durante días, ayudando al Dr. Guillermo Bernabeu (hoy, diputado del PSOE por Alicante), a realizar un estudio de fotometría y espectrografía.

Una explosión de supernova es el momento final de la vida de una estrella supermasiva, cuando tras sintetizar varios elementos (helio, carbono, oxígeneo, silicio, etc.) llega al hierro, que es incapaz de generar energía al fisionarse. Entonces el núcleo se hunde y las capas exteriores de la estrella estallan en una explosión gigantesca, donde se sintetizarán todos los elementos de los que estamos formados nosotros. Somos los hijos de una supernova. El resultado final de este fenómeno será una estrella de neutrones o un agujero negro.

Esta supernova de 1993, que pude ver con mi propio telescopio, me impresionó mucho y realicé varios cuadros en los que la explosión es la protagonista. Uno de ellos está en poder del descubridor, otro lo vendí en una exposición celebrada en Alfaz del Pi y el último todavía está en mi poder.

jueves, 14 de agosto de 2008

DE LA TIERRA A LA LUNA.


Yo tenía cinco años y todavía no había empezado a ir a la escuela. Sin embargo, mi padre ya me había enseñado a leer y escribir. Me llevaba a la Biblioteca del Sureste (Ahora es la C.A.M.) y el bibliotecario me ponía tres tomos del Espasa sobre una silla, para que pudiera llegar cómodamente a la mesa de lectura. Mi padre buscaba un libro que tuviera bonitas ilustraciones y me lo colocaba delante, mientras él buscaba en la prensa extranjera las noticias de política que no podía leer en la nacional. Pero aquel libro era muy especial, se titulaba "De la Tierra a la Luna", y su autor, un tal Julio Verne. Me fascinaron sus ilustraciones, una de las cuales, la que más me impresionó, os la he puesto en este Blog. Y los dibujos me llevaron al texto, y así fue como a los cinco añitos, antes de ir a la escuela, ya me había leído esta famosa y premonitoria novela. Naturalmente, me salté algunos capítulos que me resultaban pesados o incomprensibles, sobre todo de la primera parte, cuando se calcula la órbita del proyectil y se fabrica el gigantesco cañón Columbiad, pero capté toda la trama de la historia y desde entoncés viví convencido de que los seres humanos llegarían un día a nuestro satélite. Unos veinte años después el sueño se hizo realidad y Armstrong puso su pie en la Luna. Mi padre ya no lo pudo ver, había muerto un año antes. Hace poco visité la ciudad de Nantes y contemplé el monumento dedicado a su hijo más famoso, Julio Verne. En él, un niño de bronce de unos cinco años sueña con el capitán Nemo que toma la posición de su nave submarina con un sextante. Y me identifiqué con ese niño soñador que a los cinco añitos ya había leído "De la Tierra a la Luna".

martes, 12 de agosto de 2008

LAS LÁGRIMAS DE SAN LORENZO.


Esta noche es la noche de las Perseídas o Lágrimas de San Lorenzo. Cada 12 de agosto la Tierra se cruza con la órbita de un cometa que dejó a su paso millones de pequeños granos de polvo de su cola que, al entrar en nuestra atmósfera, se convierten en estrellas fugaces. Una estrella fugaz es un pequeño objeto del tamaño de un grano de arroz,o todo lo más un garbanzo,que entra en nuestra atmósfera a más de 40.000 km. por hora. A esa velocidad ioniza el aire con el que roza produciendo las estela luminosa. No vemos la pequeña piedra que origina el fenómeno sino el aire ionizado. Al punto de donde parecen surgir las estrellas fugaces en una de estas noches de estrellas se le llama "radiante",porque sus estelas parecen dibujar los radios que parten de un imaginario centro celeste, localizado en una determinada constelación. En este caso, provienen de Perseo, cerca del Norte celeste y por eso se les llama Perseidas. La razón de que parezcan venir todas de un punto es porque es hacia allí hacia donde se está moviendo la Tierra, y así como cuando vamos por una carretera con árboles, todos parecen venir del punto en el que la carretera se pierde en el horizonte, lo mismo ocurre con nuestras estrellas fugaces.

Os pongo un dibujo que obtuvo el 2º Premio Nacional de Pintura Espacial en las XIII Jornadas Estatales de Astronomía, celebradas en Tenerife en 1997. En él se ve a Giordano Bruno en el momento de su descubrimiento cosmológico. Ha comprendido que el Universo es infinito y que las estrellas son soles como el nuestro. Es ese descubrimiento el que le costará la vida, ya que sería quemado en la hoguera de la Inquisición Romana en el año 1600. En el dibujo me imagino que nuestro filósofo está viendo una lluvia de estrellas en el momento en que varias de ellas parecen surgir del radiante.

domingo, 10 de agosto de 2008

JANO Y EPIMIETEO


Jano y Epimeteo son dos pequeñísimos satélites de Saturno, de unos pocos kilómetros de diámetro, denominados coorbitales por compartir e intercambiar sus órbitas, que están pegadas a los famosos anillos. De hecho, la distancia entre sus respetivas órbitas es inferior al diámetro de ambos, así que tarde o temprano deberían darse un coscorrón. Pero los caprichos de la Mecánica Celeste hacen que esto no suceda. Cada varios años, el satélite que ocupa la órbita interior está apunto de alcanzar al de la superior e impactar con él; pero entonces, debido a la gravedad del que va delante, el que va detrás se acelera y asciende hasta colocarse en la órbita del otro, mientras el que va delante se frena por la misma causa y desciende a la antigua órbita de su compañero. Una vez cada uno en su nueva órbita, el que va delante discurre por ella más deprisa, con lo que se aleja de su perseguidor, que a su vez viaja más despacio. Y así hasta que dentro de muchas vueltas, el más rápido e inferior esté a punto de alcanzar al más lento y superior. Y entonces se repetirá la extraña carambola celeste. Y así desde hace incontables millones de años.

Os pongo un cuadro mío, a gouache, que se llevó el Primer Premio de Pintura Espacial en las XIII Jornadas Estatales de Astronomía, celebradas en Tenerife en 1997. El él se ve a un astronauta terrícola, sobre Jano, que saluda a sus compañeros establecidos en Epimeteo. Al fondo Saturno y sus anillos en forma de una línea muy delgada, puesto que estos satélites viajan en su mismo plano.

sábado, 9 de agosto de 2008

UCRONÍA ALICANTINA.


A petición de mi amigo Juan José de Alicante Vivo, os pongo mi artículo "Ucronía Alicantina", que figura en mi libro "El Telescopio". También os pongo un dibujo que tiene que ver con el tema.

UCRONÍA ALICANTINA.

Se dice que hacemos una ucronía cuando nos imaginamos lo que pudo haber sido y no fue. Por ejemplo: Cuando intentamos imaginar qué hubiera ocurrido si Hitler nunca hubiese nacido. O cómo habría transcurrido nuestra Historia si, en vez de ganar Franco la guerra civil, la hubiera ganado la República. Bueno, pues la otra noche soñé una ucronía alicantina.
Me desperté muy temprano, como siempre, antes de que el despertador me conectase con la S.E.R. y escuchara a Francino dándome los buenos días. Me duché y salí a la calle dispuesto a darme el habitual paseo matutino. Al salir me sorprendió el aspecto limpio y cuidado de las aceras, a la sombra de árboles frondosos, y el escaso y ordenado tráfico que transcurría por las calles anchas y soleadas. Siempre había sido así, por lo visto, pero en un rincón de mi memoria yo creía recordar que mi ciudad fue algún día mucho menos agradable. Quizá, me dije, he tenido un mal sueño. El caso es que decidí bajar al centro, y al pasar ante la antigua Fábrica de Tabacos observé que en su fachada había un rótulo que decía: Museo de las Ciencias. Vaya, estaba bien el uso que le habían dado al edificio. Algo más abajo, en el Panteón de Quijano, el monumento mostraba sus esculturas completas. De repente me paré a pensar en algo en lo que nunca había reparado: ningún edificio de la población tenía más de cuatro o cinco alturas. Lo cierto era que Alicante había sido planificada desde hacía muchos años de una forma responsable y juiciosa, para que fuese una ciudad modélica. Y así, sus grandes y frondosos paseos, sus recoletas placitas, sus parques, habían prevalecido sobre la ambición de constructores y mercaderes de terrenos. En la Plaza del Mercado la escultura de bronce de Gastón Castelló parecía recrearse en la contemplación de un esbelto monolito dedicado a las víctimas de los bombardeos de la Guerra Civil. Y bajando por la Avenida de la Constitución, pude contemplar los antiguos edificios de la Telefónica, el cine Ideal y el Gobierno Militar que constituían un grandioso complejo cultural, con sus bibliotecas y sus salas de conferencias y exposiciones. Más abajo, la graciosa Rambla de Méndez Núñez, con su paseo en realce, a la sombra de los árboles, sus acogedores bancos y su sabor decimonónico, mantenía el aspecto agradable de cien años antes. Y el Paseo de los Mártires, o Explanada, como algunos dicen, con su moderno piso de teselas, terminaba en la Plaza del Mar con el monumento reconstruido de los Mártires de la Libertad, copia fidedigna de la escultura de Bañuls. En escorzo, al final de la muralla del Arrabal Roig, se veía la silueta airosa del la Ermita de la Virgen del Socós, viejo torreón templario que había sido salvado de las obsesiones modernizadoras de mediados del siglo XX. En el Portal de Elche, el edificio de la Nueva Aduaneta había sido reconstruido piedra a piedra y a la entrada del puerto, junto a la Escalinata de la Reina, un moderno monumento, obra de Eusebio Sempere, recordaba a los últimos republicanos. El recinto amurallado de Alicante había sido derruido hacía mucho tiempo, con el fin de abrir la ciudad hacia su inevitable crecimiento, pero las puertas y sus torres se habían respetado, como ornato de la urbe, orgullosa de su pasado. Y tras el Ayuntamiento la Villa Vella se anunciaba con el impresionante edificio de la Puerta Ferrisa, con su inscripción árabe en lo alto de su arco de medio punto. Subí al castillo de Santa Bárbara por la remozada muralla de la costa, y ascendí al macho, después de admirar el Newton de Dalí y otras excepcionales esculturas al aire libre, y me extasié viendo mi “terreta” tan cuidada, tan limpia, tan bien planificada en sus viejas y nuevas perspectivas que quise reinventar nuestro himno con una improvisada letra que dijera algo así como: “¡Que encant, que este poble nou i vell es el nostre Alacant!”.
Y entonces me desperté realmente y vi que las cosas son como son y no como debieran ser. Y escuché los buenos días de Francino antes de ducharme y salir a una calle llena de ruidos y obras, con sus aceras no demasiado limpias a la sombra de las apretadas torres de apartamentos, resignado a recorrer una ciudad sin señas de identidad.
Miguel Ángel Pérez Oca.
(Leído en Radio Alicante el 23-1-2007)

jueves, 7 de agosto de 2008

LA VIEJA FERRETERIA DEL MERCADO


El artículo que más me gusta de todos los que figuran en mi libro EL TELESCOPIO es el titulado "La ferretería del Mercado". En el dibujo que acompaña a esta entrada se ve el Mercado Central en el momento del bombardeo del 5 de Mayo de 1938. La vieja ferretería del Mercado estaba a la izquierda de la imagen, al otro lado de la calle.

LA FERRETERIA DEL MERCADO.

El otro día pasaba yo por la calle Calderón de la Barca cuando vi que la vieja Ferretería del Mercado estaba trasladándose a un nuevo local, a tan sólo unos metros de distancia, convertida ya en un establecimiento moderno.
Sus antañones escaparates de madera dejarán de formar parte del paisaje urbano de los alrededores del Mercado Central, como último vestigio de un obsoleto panorama cotidiano con el que yo había mantenido una especial relación familiar. Fundada por don Manuel Martí, en esa ferretería trabajó mi tío Julio Oca, y después su viuda, Maria Luisa Martí, junto a sus hermanos. Ahora ya es la tercera generación la que atiende el negocio. Esa entrañable ferretería era el último de los establecimientos comerciales que sobrevivía de los que en su día sufrieron la tragedia del 25 de mayo de 1938, cuando sirvió de puesto de socorro improvisado para los primeros heridos. Una oferta de soplillos de esparto para las cocinas de carbón de entonces, expuesta en los escaparates, salvó de la metralla y los cristales a los que se encontraban en el interior cuando estallaron las bombas.
Sobre la ferretería, en el balcón del primer piso, donde después vivirían mis tíos Eusebio y Victoria, se podía leer en aquellos años el rótulo de la consulta de otro tío mío, el doctor Ramón Oca, especialista en piel y venéreas, teósofo, poeta y republicano, médico de pobres y meretrices. Me cuentan que cuando fue detenido por los franquistas, al final de la guerra, los presos se levantaban como un solo hombre para ofrecerle sus colchonetas; y que a su funeral acudieron todos los mendigos y las prostitutas de Alicante. Había escrito un libro de poemas dedicados a glosar el Padre Nuestro, y en su despacho había un crucifijo, junto a una imagen de Buda, una Biblia y un Corán.
Un poco más abajo estaba la casa de comidas “El Santapolero”, donde ahora, precisamente, se muda la ferretería. Pepe, el Santapolero, era un marino veterano y cocinero estupendo que hacía unas paellas extraordinarias, ayudado por mi tía Eugenia, que era su esposa, y sus hijos Isidro, Manola, Eugenia, Marité y Pepe. Lo recuerdo perfectamente, con su mostacho de guías retorcidas y su mano grande y generosa que siempre tenía un duro para mí, cuando iba a verlo y besaba sus curtidas mejillas. Su hermano Tonico fue el propietario del Bar Marítimo, junto a Correos, donde se servían unos magníficos moluscos procedentes de las mejilloneras cercanas a la bocana del puerto. Murió en su bar, víctima de una de las bombas del 25 de Mayo.
Ahora, todos esas escenas de mi niñez desaparecen definitivamente de mi vista, que no de mi recuerdo, con la gente que quise y ya no está, y algunos que felizmente viven y a los que envío un beso desde esta emisora. Era el último establecimiento que quedaba de entonces y que se va para siempre al reino de la memoria, donde le espera, a la vuelta de la esquina, el desaparecido café Olimpia, en el que mi abuelo Miquel pasó los últimos años de su vida jugando al dominó, y donde vi una vez al maestro Vicente Blau, en sus mejores momentos, hablando de toros y convidando a todo el mundo. Y la “Tienda de la Uva” y el Trinquet que luego fue cine “Carlos III”, en la cercana Calle de San Vicente; y el Quiosco del Chato, en Alfonso el Sabio; y el Bar Ayuso, frente al que cayó la bomba asesina; y la Escuela Modelo, de don Franklin Albricias, que yo conocí ya convertida en sede del Frente de Juventudes y que ahora ocupa el inmueble donde se encuentra Radio Alicante, desde la que les estoy hablando…
Ya sólo nos queda el gran edificio del Mercado, que sobrevive a las épocas y a las catástrofes, como un monumento a vidas y sucesos tremendos de un pasado lejano y próximo a un tiempo; y que se yergue como el único referente que me queda de mi niñez por aquellas calles, donde los chavales de pantalón corto y remendado corríamos sin miedo al tráfico, y la democracia era un sueño, la libertad un recuerdo y la política un asunto misterioso del que los mayores hablaban con sigilo y esperanza. Tiempos a la vez tristes y hermosos, colmados de silencios y ternura, que la mudanza de la Ferretería del Mercado ha despertado en mi memoria con un arrebato de nostalgia.

Miguel Ángel Pérez Oca.
(Leído en Radio Alicante el 16-5-2006)

HALE-BOOP EL COMETA DEL SACACORCHOS




En 1996 y 1997 el cielo nos obsequió con la visita de dos cometas espectaculares, el Hyakutake y el Hale-Boop. El espectáculo que nos ofrece un cometa con su doble cola blanca y azulada, de polvo la primera y de materia ionizada la segunda, es impresionante. Casi todos los astrónomos aficionados se esfuerzan por conseguir fotos del conjunto. Pero alguno, como yo, estuvimos estudiando la zona del núcleo y la cabellera, en mi caso con mi telescopio de 200 mm. Observando al Hale-Boop me di cuenta de unas extrañas estructuras en forma de sacacorchos que se formaban delante de su cabeza; y las fui dibujando para después ver su evolución. Solo algún tiempo después, las estructuras aparecieron en las revistas especielizadas, naturalmente descubiertas por profesionales días antes que yo. La explicación era que en la parte delantera del núcleo cometario se había formado un "jet" de gases, debido al calentamiento producido por los rayos solares. Dicho "jet" expulsaba los gases hacia delante, pero como el núcleo giraba rápidamente sobre su eje, el chorro salía en forma de espiral o "sacacorchos", hasta que se iba disipando en el conjunto de la cabellera que, empujada por el viento solar, acababa formando las famosas colas. Fue un fenòmeno curioso y bastante insólito del que os adjunto algunos debujos de los que hice en aquella ocasión y un cuadro sobre el tema que pinté tiempo después.

martes, 5 de agosto de 2008

LOS VIEJECITOS DEL COSMOS


Este es otro de mis cuadros al óleo de tema espacial, "El largo viaje". En primer plano se ven dos astronautos ancianos: "M2" (man-2) y "W1" (woman-1). Se trata de los dos únicos supervivientes, hombre y mujer, de la primera tripulación de una nave generacional que hace setenta años partió de la Tierra rumbo a un planeta de tipo terrestre de una estrella de tipo solar cercana al Cinturón de Orión. La nave se ha posado en uno de los tres satélites del planeta, para desde allí comenzar la exploración. Pero nuestros dos astronautas ya son muy viejos para participar en la aventura y en sus rostros se pinta la tristeza de quienes han entregado su vida por el éxito de la misión. Son sus hijos y nietos los que están preparándolo todo, mientras ellos se pasean por la superficie desolada del satélite, presintiendo un final próximo y triste. Al fondo se ve la nebulosa oscura de la Cara del Caballo. El tema del cuadro es todavía demasiado optimista, porque las estrellas están muy lejos de nosotros y por mucho que avance nuestra tecnología se tardarán muchos años, siglos quizá, para llegar a los sistemas planetarios más próximos de nuestra Galaxia. La distancia a la estrella más próxima, Alfa de Centauro, que está a 4 años luz, equivale a 126 millones de veces la distancia de la Tierra a la Luna.

domingo, 3 de agosto de 2008

PRIMER ANIVERSARIO DE MI REGRESO A IFNI






El año pasado, por estas fechas, volví a Sidi Ifni después de 40 años de ausencia. Yo hice la "mili" allí en los años 1966-67, poco tiempo antes de la devolución de este territorio, que había sido provincia española, al reino de Marruecos. Mi estancia allí fue muy dura, en un estado de semi guerra. Vivíamos en la montaña, en posiciones de trincheras, alambradas y campos minados; pasábamos sed, no había auga para el aseo y la comida era bastante mala. Sin embargo, allí, como en todas partes, encontré gente muy buena, buenos compañeros que son ya amigos para toda la vida, y algunos oficilaes, como el capitán don Carlos Moreno, al que nunca agradeceré bastante el favor que me hizo, llevándome a su compañía de escribiente, a pesar de ciertos informes desfavorables de matiz político. Se supo poner por encima de las mezquindades de la historia y demostró con ello que era un señor. Y a pesar de tanto inconveniente, acabé amando a esa tierra áspera y magnifica, de paisajes desolados y buena gente. Los nativos de Ifni, los Baamaraníes, son personas nobles, pacíficas y honestas, buenos musulmanes que respetan la vida y las creencias de los demás. He hecho allí buenos nuevos amigos y les deseo lo mejor.

Este año hubo disturbios en Sidi Ifni y la policía marroquí se portó muy mal con los jóvenes que se manifestaban contra la injusticia de que el nuevo puerto pesquero no proporciones puestos de trabajo a los lugareños. También visitó Ifni un equipo de médicos españoles que hicieron lo que pudieron, dados los medios con que se cuenta allí. Los españoles no deberíamos dejar en el olvido a aquella gente que, en su gran mayoría, nació española y fue después engañada y entregada a un Estado que la tiene desatendida. Creo, sinceramente, que tenemos una responsabilidad histórica con ellos.

Os pongo unas fotos del inolvidable viaje del año pasado.

viernes, 1 de agosto de 2008

LOS IMPACTOS DEL S-L9 EN JUPITER




Ahora hace justo 14 años, a mediados de julio de 1994, los fragmentos del cometa Shoemaker-Levy 9, se estrellaron sobre el planeta Júpiter, produciendo una enormes manchas de hidrocarburos en su atmósfera, más grandes que nuestro planeta Tierra. Era la primera vez en la historia que se podía ver en directo una colisión cósmica de estas dimensiones. El cometa S-L9 había sido capturado por la gravedad de Júpiter hacía ya varios años, manteniendo a su alrededor una órbita muy inestable, dado que en su apoestro era deformada por la influencia solar, mientras que su periastro se acercaba más y más al planeta. En la órbita anterior, hacía ya dos años, el cometa había pasado rozando Júpier, por dentro de lo que se conoce como Límite de Reche, región dentro de la cual todos los cuerpos son destruídos por las fuerzas de marea. Y así, nuestro cometa quedó reducido a una especie de tren de fragmentos de varios cientos de metros de diámetro, que en la siguiente órbita tenían su periastro por debajo de la superficie de Júpiter. Así que la colisión era inevitable. El azar hizo que los impactos ocurrieran en la parte del planeta no visible desde la Tierra, pero gracias a la rápida rotación del mismo, sus huellas eran visibles a las pocas horas de haberse producido. Durante varios días, todos los astrónomos del mundo se esforzaban por captar las secuelas de los impactos. Yo, con mi telescopio de 200 mm. fuí tomando nota y dibujando las enormes manchas producidas hasta poder elaborar un mapa de proyección Sur con todas ellas. Meses después, el planetólogo Agustín Sánchez Lavega dio una conferencia en Alicante sobre el tema de la famosa colisión y comparando sus pauntes tomados desde el observatorio de Pic du Midi, con un telescopio de un metro de diámetro, comprobé satisfecho que yo había capado las mismas mancha que él salvo el pequeño impacto E que me había pasado desapercibido. Como la observación de Júpiter al anochecer sólo era visible desde mi casa si asomaba el telescopio por la venta de la cocina, tuve a la familia cenando bocatas durante un mes, mientras el improvisado observatorio estuvo en funciones.

Aquí os pongo dos apuntes de los que tomaba en aquellos días y una composición que hice después y que se llevó el 1º Premio de Dibujo Astronómico en las Jornadas Nacionales de Astronomía de Lérida.