miércoles, 12 de noviembre de 2008

LA MIR QUE NO CAYÓ EN PARIS




El 11 de agosto de 1999 la sombra de un eclipse de Sol recorrió Europa. La revista Tribuna de Astronomía organizó un viaje que resultaría inolvidable. Salimos de Barcelona y pasamos por Ginebra, Berna, Zurich, Liechtenstein, Insbruck, Salzburgo, Viena y Budapest, desde donde iríamos a Szejed, para ver el maravilloso fenómeno de un eclipse total. El día del eclipse llovía a mares, pero con la ayuda de un meteorólogo de Antena-3 que telefoneaba a sus compañeros de Madrid, encontramos un hueco en las nubes, en un área de servicio cercana a Szeged, y pudimos ver cómo la Luna ocultaba al Sol y se hacía de noche por unos minutos. Es un espectáculo inolvidable que celebramos con quienes nos acompañaban. Después regresaríamos por Venecia, Niza y Aviñón, hasta regresar a Barcelona; y de allí a Alicante en tren.
Por aquellos días, el modisto Paco Rabane, que debe saber mucho de alta costura, pero no tiene ni idea de ser un profeta, como pretende para ,sin duda, darse cancha en los medios de comunicación, "predijo" que la estación espacial soviética MIR caería sobre París, destruyendo la ciudad, a la misma hora en que se produjera el eclipse. Ni la MIR pasaba sobre París, ni un cuerpo de su masa podría destruir una ciudad, ni un eclipse influye nada para que una estación espacial aminore su velocidad y caiga sobre la Tierra. Así que no pasó nada, como era de esperar.
Yo pinté un cuadro, que titulé "LA MIR QUE NO CAYÓ EN PARIS" y que se llevó el primer premio de Pintura Astronómica en las Jornadas Estatales de Astronomía celebradas en León en septiembre del 2000. En él se ve la estación espacial y la Tierra, sobre la que destaca la sombra negra e imprecisa de la Luna. Os lo pongo aquí junto a una imagen del eclipse.

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