lunes, 25 de junio de 2012

LA CRISIS DE LOS PARADIGMAS ECONÓMICOS

Me parece a mí que la actual Ciencia Económica se halla en una situación muy parecida a cómo estaba la Ciencia Astronómica en los tiempos inmediatamente anteriores a Copérnico. La premisa, dogmáticamente aceptada, de que la teoría debía ceñirse a la filosofía de Aristóteles y a las enseñanzas de Ptolomeo, en el sentido de que los cuerpos celestes, por estar compuestos de quintaesencia, eran por naturaleza perfectos en sus formas y comportamientos, con órbitas perfectamente circulares en torno a la Tierra, sede de la caducidad y la imperfección, supuso una traba secular para el desarrollo de las ciencias físicas y, sobre todo, de la Astronomía. Tuvo que llegar un señor cargado de perspicacia que le diera la vuelta a las cosas y que encabezara un vertiginoso progreso científico cuyos frutos tenemos ante nuestros ojos en cualquier faceta de nuestra vida cotidiana, colmada de aplicaciones tecnológicas que hubieran sido imposibles sin unos pensadores valientes y heterodoxos que rompieran el nudo gordiano del prejuicio entorpecedor.
Copérnico tuvo un precursor, Aristarco, que ya en la antigüedad dijo que las cosas podían ser diferentes.
A la Economía, en estos tiempos de crisis, también se le opone un muro aparentemente insalvable. El nudo gordiano que hay que romper, el prejuicio que hay que superar para poder progresar en una ciencia que todavía no lo es, la barrera que hay que saltar de una vez si queremos que la Economía sirva para algo, es la condición impuesta por los actuales gurús economistas de que el Sistema Capitalista constituye una condición inviolable, que no tiene alternativas, que es imprescindible por ser el más eficiente. Y hasta que no llegue el Copérnico de la futura Economía y nos diga que esos argumentos son falsos, que no existe la "quintaesencia capitalista", que las órbitas de los mercados no son círculos perfectos que se autorregulan de forma natural, que las cosas se pueden hacer de otra manera, sobre todo cuando "esta manera" ha resultado completamente inútil, no podremos librarnos de la maldición de las crisis periódicas e inevitables.
Me da la impresión de que los nuevos Copérnicos, Galileos, Brunos, Keplers y quizá Newtons ya están entre nosotros, aunque de momento nadie los escucha porque están amenazados por las hogueras mediáticas y académicas de la nueva Inquisición financiera pro capitalista. Ellos también han tenido un precursor, Marx, que como Aristarco estaba equivocado en muchas cosas y es perfectible, pero que marcó un camino alternativo, aunque mal aplicado en sus interpretaciones políticas del siglo XX, pero que no ha perdido vigencia si se le sabe analizar. Porque dijo verdades como puños. ¿Os suena aquello de la plusvalía?
Cuando la Economía sea una ciencia de verdad, estará en condiciones de hacer previsiones fiables, y las crisis, como las hogueras de la Inquisición, viejas y nuevas, habrán pasado a la Historia. Pero eso no le conviene a quienes basan su poder en la explotación de los demás.
Miguel Ángel Pérez Oca.

domingo, 24 de junio de 2012

LOS ECONOMISTAS "ORTODOXOS"

Me ha llegado, vía Internet, un texto sobre la estafa que nos están haciendo con la actual crisis económica y las responsabilidades a exigir a determinados economistas, que no me resisto a poner en el blog. No tiene desperdicio:


"Poca duda puede haber de que la causa formal de nuestra presente crisis, esta que día a día nos aflige, radica en los tratamientos que los sedicentes mejores y más expertos economistas han aconsejado instrumentar a los políticos. Que les han hecho caso ciegamente por la sencilla y curiosa razón de que, al haberse envuelto en el ropaje externo del lenguaje científico, esos economistas han logrado engañar a todo el mundo haciéndoles creer que la Economía es una ciencia como las demás, que hay una Ciencia Económica que es la que se imparte en la Academia de modo mayoritario y que, puesto que domina allí salvo por algunos heterodoxos partidarios de Economías Alternativas, es la única a la que recurrir en casos como el actual, aunque curiosamente esa misma Economía Dominante sea incapaz de explicar la causa final de la crisis en la medida que siempre supone que el sistema de mercado si se le deja solo se ajusta rápida e inexorablemente ante cualquier perturbación."
"No, el hábito no hace al monje, como bien dice el refrán. La Economía no es una ciencia como la Física, la Química o la Medicina. Ahora que, si los economistas cercanos a los políticos pretenden que sí lo es para así aumentar su influencia, poder y remuneraciones, pues bien, no estaría mal que así sea. Pero en justa contrapartida habría que exigirles algo. Y es que si a los médicos, arquitectos y otros profesionales que hacen pifias se les persigue judicialmente por sus negligencias, lo cual encontraría justificación en el hecho de que sus errores se deberían a su mala praxis en la medida que sus conocimientos son científicos, sería ya hora que los economistas que tanto se envanecen de serlo sean asimismo responsables de sus consejos, decisiones y prescripciones de política económica. ¿Es o no un poco vergonzoso que los economistas académicos que van de científicos despreciando cuanto ignoran tengan la patente para decir e influir en las decisiones sin arrostrar las consecuencias de las mismas? Creo que su majestad la reina Isabel II pensaba algo semejante cuando en una visita en noviembre de 2008 a la prestigiosísimaLondon School of Economics, preguntó por qué nadie de entre aquel reputadísimo elenco de los mejores académicos del mundo entero había previsto lo que estaba sucediendo, o sea, los primeros pasos de la crisis financiera. Quizás un sistema de castigos por los malos consejos económicos de los economistas, disminuiría notablemente el riesgo moral que les hace tan proclives a enarbolar en nombre de la ciencia las banderas de la necedad o del interés espurio."


¡Sí, señor! Totalmente de acuerdo.

jueves, 21 de junio de 2012

DOS PRESENTACIONES QUE NO TE DEBES PERDER.

Dentro de unos días tendré el honor de hacer la presentación de dos libros escritos por dos queridos y admirados amigos. Te invito a las dos presentaciones, con el convencimiento de que son dos obras que van a merecer todo tu interés:

El viernes, día 29 de junio de 2012, en la Sala Miguel Hernández de la Sede Universitaria de Alicante, C/Ramón y Cajal, nº 3, a las 20 horas, la poetisa alicantina Julia Díaz Climent nos ofrecerá su poemario TÉSERA LEUKA, un recorrido poético por la historia de la ciudad de Alicante. Julia Díaz Climent es, para mi gusto, la mejor poetisa actual de Alicante, con una sensibilidad y una profundidad tan especiales que repasar con ella la historia de nuestra querida ciudad, con sus glorias y sus tragedias, es una experiencia inolvidable.
El jueves, día 5 de julio de 2012, en la sala del Ámbito Cultural de El Corte Inglés, Av. Federico Soto, 1-3, a las 19 horas, el escritor Agustín Conchilla Márquez nos ofrece su novela INFANCIA MALDITA, un testimonio escalofriante de la vida y aventuras de los niños huérfanos de la posguerra en instituciones de "caridad" como los orfanatos y los refugios de indigentes. La crudeza del relato, digno de un Dickens, nos lleva a unos tiempos no tan lejanos en los que los servicios sociales eran algo así como un "favor" que los ricos hacían a los pobres, generalmente pertenecientes a las clases populares aplastadas por la victoria franquista. No os lo perdáis. 
Miguel Ángel Pérez Oca.

miércoles, 20 de junio de 2012

LA MUELA QUE NO DIO LA VUELTA AL MUNDO



En la última Tertulia de la Bodega de Adolfo teníamos que escribir sobre "muelas" y yo hice este relato que espero que os guste. Si tenéis alguna duda sobre Enrique de Sumatra, que en realidad fue el primer ser humano que dio la vuelta al mundo, haced un comentario en este blog y os contestaré por el mismo conducto. ¿Vale?



LAS MUELAS DE LA LIBERTAD.
            Se me ha caído una muela, y mis encías están tan hinchadas que no podría comer… si es que hubiera algo a bordo que poder meter en la boca. Ya hemos roído todo el cuero que había en el barco, las galletas están podridas y se acabaron los salazones y el poco pescado fresco que pudimos recoger en las Islas de los Ladrones. Los únicos que se mantienen sanos son el caballero Pigafetta y el niño mestizo Juanito Carvallo, el hijo del piloto. Pero, según se dice, es porque cazan ratas y se las comen crudas. ¡Qué repugnancia! Y dirán que soy un salvaje porque he nacido en Sumatra, pero ese caballero de la Orden de Rodas no le hace ascos a nada. El gigante patagón también comía ratas, pero se ha muerto de calor, acostumbrado como estaba a ir desnudo por la nieve. Hace unos días lo echamos al mar, aunque hubo quien dijo que, como no era cristiano, nos lo podíamos haber comido; pero el señor Magallanes no lo consintió. En fin, que la gente se muere de ese mal que padecen los navegantes cuando se pasan muchos días sin comer viandas frescas. Lo que daría yo por un cesto de fruta…
            Hoy se han muerto otros dos compañeros. Estaban flacos como perros hambrientos y con los miembros hinchados y las bocas vueltas del revés. Maldito mal. Los del castillo de popa sobreviven a duras penas comiendo cada día un pedacito de membrillo. Dicen que eso los salva de la enfermedad. Pero no parecen muy saludables, con toda el hambre que arrastran por este maldito y recién bautizado Océano Pacífico.
            Yo me esfuerzo en sobrevivir porque quiero volver a ver a mi esposa y a mis hijos, ahora que mi isla de Sumatra está cada día más cerca y el señor Magallanes me ha prometido que si le ayudo a encontrar las Islas de Especiería, y le hago allí de intérprete, me dará la libertad y podré al fin regresar al hogar. El cosmógrafo San Martín me ha dicho que si llegamos a las islas donde me capturaron los portugueses hace años, habré sido el primer hombre de la Historia en dar la vuelta al Mundo; pero a mí eso no me importa. Lo que yo anhelo es volver a Sumatra; que mis amos me bautizaron a la fuerza con el nombre de Enrique y me hicieron esclavo, pero yo sigo siendo un honrado marino musulmán y mi verdadero nombre es Mohamed. Así que, aunque lo que dice el cosmógrafo sea cierto, jamás estos engreídos cristianos reconocerán mi hazaña.
            Ginés de Mafra languidece arriba, en la cofa, abrasado por este sol que nos deja secos como bacalaos. Su cabeza descansa sobre la balaustrada y, de vez en cuando, el piloto Carvallo le da un grito para que despierte y vigile el horizonte. Las otras dos naves siguen nuestra estela, cargadas también de enfermos y hambrientos.
            Las islas de Levante, ésas que quiere bautizar mi señor Magallanes como de San Lázaro si se descubrieran en el día de hoy, deben estar ahí, delante de nuestra proa, muy cerca ya, y constituyen nuestra última esperanza. Si nos perdemos, si no las encontramos, los enfermos moriremos del mal que nos quita las muelas y nos hincha las encías, y los sanos también morirán, de hambre y de sed. Aunque me temo que mi señor me matará antes, colgándome de una gavia, en castigo por no haber sabido guiarlo hasta esas malditas islas donde un día perdí mi libertad.
            Anoche comprobé la latitud de nuestra posición, extendiendo mi mano hacia el horizonte y viendo la estrella polar a cinco dedos sobre la mar. Estamos en la buena ruta, las islas tienen que estar ahí enfrente. No puedo estar equivocado…
            -¡Tierra! – ha gritado Ginés desde la cofa, y todos parecen despertar de un pesado y profundo letargo, salvo unos pocos que agonizan ya sin ninguna esperanza.
            -¿Son tus islas, Enrique, son tus islas? – me pregunta mi señor de Magallanes, y yo afirmo con un movimiento de cabeza, incapaz de articular palabra con mi boca hinchada. Me he ganado la libertad.
            Espero llegar a una playa llena de fruta antes de que se me caiga otra muela.
                                                                  Miguel Ángel Pérez Oca.
NOTAS ACLARATORIAS.-
-Islas de la Especiería o de las Especias.- Actuales Islas Molucas.
-Islas de los Ladrones.- Actuales Islas Marianas.
-Islas de San Lázaro.- Actuales Islas Filipinas.
-El narrador es Enrique de Sumatra, esclavo e intérprete de Magallanes que probablemente fue el primer hombre en dar la vuelta al Mundo, dado que había sido capturado por los portugueses en las Filipinas y llevado a Europa por el Océano Índico y volvió a ellas por el Pacífico, tras cruzar el Atlántico. A Elcano todavía le faltaba un año para completar su particular vuelta al Mundo, considerada oficialmente la primera.
-La nave donde transcurre la acción es la Trinidad, buque insignia de la flotilla de Magallanes.
-Las otras dos naves “que siguen su estela”  son la Concepción y la Victoria. Esta última, al mando de Elcano, sería la única en regresar a España, en 1522, con 18 europeos, de los  260 que iniciaron el viaje en 1519. La Concepción había sido quemada en Filipinas por no haber suficientes tripulantes para gobernar las tres naves. La Trinidad, al mando del alguacil Espinosa, se perdió en las Molucas tras un fracasado intento de ir a la América Española a través del Pacífico.
-En principio la expedición constaba de cinco naves, de las que se habían perdido dos: la Santiago, embarrancada cerca del Estrecho de Magallanes, y la San Antonio, que había desertado tras el motín del Golfo de San Julián, en el que Magallanes había ordenado la muerte de los capitanes amotinados Mendoza y Quesada, y abandonó a su suerte al Veedor Real Juan de Cartagena y al clérigo Reina.
-El objetivo de la expedición de Magallanes no era dar la vuelta al mundo, sino tomar posesión de las islas Molucas, o de las Especias, en la creencia de que se encontraban en la parte española del Tratado de Tordesillas. Magallanes murió en la batalla de Mactán, en Filipinas, siendo sustituido en el mando por el piloto Carvallo y después por el alguacil Espinosa.  La Victoria dio la vuelta al Mundo porque su nuevo capitán, Elcano, que hasta poco antes había sido solo el maestre de la Concepción, decidió escoger el camino más fácil para regresar a España, a pesar de que eso violaba el Tratado de Tordesillas.
Miguel Ángel Pérez Oca.



domingo, 17 de junio de 2012

NUEVO FORMATO.

¿Qué tal? ¿Os gusta el nuevo formato de mi blog? Más bonito, ¿no?
Miguel Ángel Pérez Oca.

sábado, 16 de junio de 2012

SINCERAMENTE: A MI "LA ROJA" ME LA TRAE FLOJA.




            Y que me perdonen los aficionados al fútbol. El fútbol es un bonito espectáculo deportivo. Don Vicente del Bosque es un señor que merece todos los respetos, por su humanidad, por su modestia, por su prudencia y su buen hacer profesional. Los muchachos de rojo son unos jóvenes simpáticos, modestos y excelentes deportistas. De acuerdo, de acuerdo. Pero…
            A mí lo que me molesta de todo este asunto es que la inmensa aportación de entusiasmo y energía que los españoles dedican a unos chicos que practican un bonito juego (solo juego, ¿eh?) no se emplee con la misma intensidad en forzar una solución política a la terrible situación económica que atravesamos en este país. Si la ingente multitud que se aglomeró en Madrid para recibir a “La Roja” tras ganar el Campeonato del Mundo, se hubiera molestado en manifestarse por las calles contra esos misteriosos “mercados” que nos están sodomizando día a día, con la dichosa prima de riesgo, los recortes, etc., y si hubiera dedicado la multitudinaria masa gris de sus millones de cerebros en pensar seriamente a quién había que votar, o qué había que hacer, otro gallo nos cantaría. Yo, de verdad, y como diría un indignado “quincemayista”, no me siento representado por esos millonarios del calzón corto y la camiseta roja. No creo que alguien que gana millones por jugar con una pelota pertenezca a la misma clase social que yo, ni en modo alguno representa a la gran masa del pueblo español.
            El otro día la gente exultaba de emoción patriótica y blandía el logotipo textil del Estado Español (o seasé la bandera rojigualda) por las calles ante el resultado de España 4, irlanda 0. Pues bien, yo no creo que España, como país, sea mejor ni peor que Irlanda dependiendo del resultado de un partido de fútbol; así que no sé a que viene el orgullo patriótico por lo acontecido. Yo, desde luego, hubiera blandido entusiasmado la bandera y me habría encaramado a la Cibeles, lleno de orgullo y de satisfacción si el resultado hubiera sido: Políticos Españoles 4, Especuladores Internacionales 0. Y me da grima pensar que un elevadísimo porcentaje de los entusiastas y patrióticos hinchas de “La Roja” se encuentran en el puto paro, con un porvenir más que incierto, y encima cantan y se ríen.
            Aquí lo que nos hace falta (a todos los europeos, ojo), son unos políticos que le planten cara de una vez al Mercado Capitalista, que proclamen a las agencias de calificación (las mismas que no descalificaron a Leman Brothers) como entidades hostiles no gratas, contra las que se tomen las medidas de defensa propia que deban tomarse (incluidas la incautación de sus dependencias y la cárcel de sus dirigentes si se prueba que actúan de mala fe, por intereses inconfesables y motivaciones ideológicas). Que cierren de una vez las Bolsas. Que obliguen a las Sociedades Anónimas a convertirse en Limitadas, con participaciones nominales cuyo valor de compra venta esté acorde con los beneficios obtenidos y no con los “movimientos espontáneos” de los mercados de valores. Que legislen para que la especulación económica sea considerada delito. Que se determine con justicia el valor del Trabajo y del Capital en las empresas privadas (¿O es justo que un tío que pone la pasta una sola vez tenga derecho a todos los beneficios per in saecula saeculorum, mientras que el que aporta trabajo todos los días no puede decidir nada y puede ser despedido o arruinado por los caprichos del primero?). Que se nacionalice la Banca, como servicio público que es. Que se meta en la cárcel a los sinvergüenzas de alto standing, que ahora todavía van por la calle, mientras que los pobres robagallinas se pudren en el trullo. Que se reconozca de una pu…ñetera vez que el Capitalismo ha fracasado y que hay que buscar una alternativa humanista.
            Ante tales dramáticas disyuntivas, ante la catástrofe económica que nos acosa, les digo a ustedes que me importan un bledo los triunfos de "La Roja", las ensaladeras de Nadal, las copas que ganen nuestros pilotos automovilistas y motoristas, las canastas de los Gasol y las regatas en que venza el Iker ese que partió desde nuestro puerto de Alicante a dar la vuelta al Mundo en un velero de plástico y electrónica. Me dan igual, me la bufan. Me parece muy bien que nos consolemos y nos divirtamos viendo espectáculos deportivos, siempre que el dichoso deporte no consista en asesinar elefantes, o toros en un coso de esos. Pero me escandaliza la utilización demagógica y patriotera de los triunfos de estos simpáticos señoritos que ganan millones por darle a la pelota, a la raqueta, o a lo que sea. Porque muchos clubes, además, después de pagar fichas ultra super millonarias por algún portugués o argentino, que son “los mejores futbolistas del Mundo mundial”, tienen deudas monstruosas que nadie se atreve a reclamar. No sea que se cabree la parroquia y vote a otro partido político.
            Por eso les digo, sinceramente: A mí "La Roja" me la trae floja.

Miguel Ángel Pérez Oca.
            

jueves, 14 de junio de 2012

CON UNA MANGUERA EN LA GARGANTA.















El otro día me hicieron una gastroscopia. Ha sido la experiencia física más desagradable de mi vida. Ahí es nada, que te metan una manguera por la boca, hasta el estómago, y tengas que contenerte las náuseas y la angustia que te produce notar un tubo desplazándose por tu esófago, mientras en una cercana pantalla te ves por dentro, un forzudo enfermero te sujeta para que no te tires de la camilla o te arranques violentamente el aparatejo, y una amable enfermera intenta calmarte los ánimos e indicarte cómo debes respirar para dominar las arcadas. Terrible y horrible. Se puede hacer sedado, pero yo, a pesar de todo, si tuviera que volver a hacérmelo, volvería a someterme al suplicio bien despierto. Porque me da miedo dormirme y axfisiarme sin enterarme de nada. Bueno, el caso es que, afortunadamente, al ambiente fue en todo momento amable y distendido. El doctor que me hizo la exploración había sido compañero de instituto de mi hermano y, cuando entré en la sala, el enfermero hacía bromas sobre ciertas bombas que yo no entendí al principio, hasta que me preguntaron si yo era el escritor del libro del bombardeo de Alicante del 25 de mayo de 1938. En fin, que al final todo salió bien y mi hernia de hiato ya está diagnosticada y se tomarán las medidas medicinales pertinentes. El equipo médico se portó conmigo de maravilla y, desde aquí, quiero agradecerle su amabilidad y profesionalidad. Pero... ¡qué agonía!
Miguel Ángel Pérez Oca.

sábado, 9 de junio de 2012

ANTE EL ESPEJO



Me miro al espejo y veo a alguien…

Que no tiene nada que reclamar a nivel personal, aunque persigue una utopia social que sabe realizable, más aún: obligada, por la que está dispuesto a luchar.

Que no desprecia la acción, pero no permite que ésta le arranque la serenidad. Y aunque en ocasiones se deja llevar justamente por la indignación, guarda siempre un pequeño refugio para la paz en lo más hondo de su espíritu.

Que no envidia a nadie ni desea ser envidiado por nadie, pues le parece una pérdida de tiempo sentir dolor ante las comparaciones.

Que no precisa de la admiración de nadie, aunque admira a los humildes, tanto más cuanto más valiosos son sus espíritus.

Que no quiere demostrar nada, ni imponer nada, ni dejar constancia de nada; ya que no padece ninguna frustración, ningún anhelo íntimo, ninguna vergüenza secreta.

Que no necesita ocultar nada a nadie, salvo que sean otros los perjudicados.

Que no desea triunfar en nada, porque piensa que competir con los otros es una estupidez. La competición es el invento de los inseguros y los que temen a la debilidad.

Que no ambiciona nada en el seno de la sociedad: ni la notoriedad, ni el dinero, ni mucho menos el poder.

Que piensa que tener demasiado, de lo que sea, es una desgracia, pues todo exceso acrecienta la responsabilidad.

Que no se siente superior ni inferior a nadie, porque ningún ser humano posee nada que esté por encima del hecho mismo de ser humano.

Que intenta pagar sus deudas y cumplir sus compromisos, pero no le preocupa demasiado que los demás hagan lo propio con él. No es una cuestión de toma y daca.

Que no conoce a nadie que pueda ofenderlo, porque es uno mismo el que se ofende, y si uno no lo hace, nadie puede hacerlo por él.

Que no considera a nadie su enemigo ni desea ser considerado enemigo por nadie; ya que el odio solo produce fatiga y distrae de lo verdaderamente importante.

Que se compadece de los malvados, porque rabian y sufren de su propio mal; y de los estúpidos porque desconocen el alcance de las molestias que ocasionan.

Que ama a todos y a todo, y querría que su amor no tuviera preferencias, aunque inevitablemente las tiene.

Que prefiere una bella puesta de sol a cualquier deslumbrante espectáculo artificial, el canto de un pájaro a la más sublime de las sinfonías, un hayku al mejor de los poemas, una pequeña y vieja iglesia románica a la más monumental de las catedrales góticas, el garabato de un niño a la mismísima Gioconda y cualquier cosa hermosa y simple a todo lo barroco y sofisticado.

Que considera cómicos, cuando no patéticos, a los prepotentes, a los que lucen vistosos uniformes y medallas, a los que hablan ex cátedra y miran a los demás por encima del hombro.

Que solo ambiciona saber cada día más de sí mismo y del mundo que le rodea, y que lo dejen tranquilo mientras piensa a la sombra de un algarrobo.

Que se siente en paz cuando no le acosa el gotear de los segundos, y cuando se permite intuir que el tiempo no existe; porque no hay mejor situación que la de saberse aquí y ahora.

Que desea para todos el equilibrio que busca para sí.

Aunque reconoce que a veces los espejos nos devuelven imágenes distorsionadas, que nos llevan a confundir reflejos con propósitos.

Benditos seáis.




Miguel Ángel Pérez Oca.

martes, 5 de junio de 2012

¡ME VOY!



"Me voy" es el tema sobre el que tenáimos que escribir en las Tertulias de la Bodega de Adolfo, y a mí me salió "esto" tan poco optimista. Tal como está el mundo, ¿qué iba a decir? Pues eso:

ME VOY.



Me voy. Este no es mi mundo. Esta no es mi tierra. No puede ser que esté viviendo en un lugar donde las monjas roban niños, donde los banqueros asaltan bancos, donde los jueces prevarican, donde los reyes y sus familiares matan elefantes, disimulan los cuernos tras el protocolo y cometen delitos económicos, donde los políticos son corruptos, donde se facilita el despido con la excusa de facilitar el empleo, donde se niega la atención médica a los inmigrantes, donde se hacina a los niños en las aulas para ahorrar dinero con el que mitigar los desafueros de administradores incompetentes, que se jubilan con pensiones millonarias, y donde se considera que los pobres tienen la culpa de ser pobres… No puede ser, no es mi mundo.


Esta realidad no puede ser real. Me pregunto si lo que conozco como sueño no será en realidad vigilia, y esto que vivo ahora no será una pesadilla insoportable. Quizá me voy a despertar de un momento a otro, aunque aquí a eso se le llame dormir. Porque me voy, me voy a la cama, después de ver, mejor sufrir, el último telediario nauseabundo. Me voy a la cama a soñar, o a vivir, en un mundo donde reina la lógica, la razón más elemental, esa a la que, en este lado absurdo de la realidad, se le llama fantasía, utopía o incluso demagogia… Al otro lado de mis sueños hay un lugar donde la riqueza se reparte entre todos, donde los jueces son justos y reciben su autoridad del pueblo que los vota, donde los banqueros son funcionarios que administran con diligencia el dinero de los ciudadanos, donde los médicos atienden por igual a todos los enfermos, donde nadie puede quedarse sin trabajo, sin comida, sin hogar, sin justicia, sin medicinas, sin ropa, sin cultura… solo porque no tenga dinero.


Esta visión consoladora que anhelo bajo las sábanas debe ser un sueño, lo sé, es un sueño, al menos visto desde esta parte de la realidad, desde este lado del espejo; aunque no sabría deciros si no hay un jardín remoto donde los sueños se realizan, cuando la mente descansa, la pesadilla se oculta y la paz reina en el mundo interior.


Mañana, cuando despierte, volveré a sufrir los sobresaltos y las amenazas de este mundo enloquecido, contaminado de avaricia y dolores innecesarios, en esta sociedad que se desintegra. Porque lo triste es que habría pan y felicidad para todos, si unos pocos no se quedasen con lo que no necesitan. Me temo que mañana, cuando despierte, quizá las cosas estén todavía peor, y los que, como yo, abran los ojos en este reino de las pesadillas, decidan recuperar de una vez la dignidad perdida y se rebelen contra los que los estrangulan. Entonces, los opresores les azuzarán sus perros feroces, para reprimir la ira del pueblo. Y la ira crecerá, porque la ira se alimenta de ira. Y correrá la sangre y la revolución acabará con todo, para que una nueva sociedad nazca de las cenizas; una sociedad quizá más justa, o quizá más cruel y aun más terrible, que eso nunca se sabe mientras no pase la tormenta y se apacigüen los monstruos.


Pobre Rousseau, que pensaba que el hombre es pacífico por naturaleza, que creía en el buen salvaje. No, el ser humano es un depredador social que ha basado su pervivencia en la astucia, en una inteligencia dedicada a provocar la aniquilación de sus presas. Si es así, el homo sapiens no tiene remedio, nunca podrá redimirse, la pesadilla es nuestro reino, no hay caminos floridos que nos lleven al Edén. No queda esperanza.


Pero no quiero pensar en eso. Prefiero dormir unas horas, irme al reino de lo fantástico, de lo que sería posible si no hubiera tanto avaricioso y tanta mente aletargada… Me voy a la cama, a dormir, a huir de esta realidad que me llena de espanto, de este mundo cuyos pilares oigo crujir amenazadoramente, antes del derrumbamiento definitivo que sin duda se avecina. Dormiré unas horas y tendré paz, bajo el suave amparo de las sábanas. Me voy al mundo de los sueños. Me voy.


Buenas noches.


Miguel Ángel Pérez Oca.