miércoles, 23 de marzo de 2016

LA INCERTIDUMBRE DEL GENERAL.



El tema para la Tertulia de ayer era La Incertidumbre. Este fue mi trabajo, basado en un hecho rigurosamente histórico:

LA INCERTIDUMBRE DEL GENERAL.-

El General se debatía en la incertidumbre. Sobre su mesa de despacho tenía una condena a muerte por firmar. Esa misma mañana ya había firmado treinta y seis. Pero esta, la del hijo del Jefe del Gobierno democrático contra el que se había alzado, la  dejó para la noche, porque antes tenía que tomar una decisión muy importante.
            -Fírmala, cariño – le decía su esposa -. No seas tonto. Si la firmas, ellos se vengarán a su vez, matando al fundador e ideólogo de nuestro partido y ya no tendrás ningún rival político entre los sublevados. ¿No lo comprendes?
            -No la firmes, mi General – le había aconsejado su secretario personal y pariente de confianza -. Si en vez de fusilarlo, pones al chico del Presidente en la frontera, los del sindicato socialista sacarán de la cárcel estatal a nuestro ideólogo y lo llevarán a la costa, donde le espera un buque extranjero. Ese es el trato que hemos hecho con ellos, pero tienes que decidirte antes de las 12 de la noche; porque a esa hora entran de guardia los del sindicato anarquista, y esos no quieren ni oír hablar del asunto…
            -Claro, ¿qué te va a decir tu primo, que es un idealista? Tú firma y así te conviertes en el único jefe del Movimiento. No seas bobo – le insistía la Señora.
            Y el General temía equivocarse en su decisión. Conseguir la liberación del ideólogo de la rebelión, canjeándolo por el hijo del Presidente demócrata, le hubiera dado muchísimo prestigio, pero también daría al levantamiento un jefe político que le disputaría el liderazgo de los suyos; porque ese joven, guapo y brillante, era un maldito intelectual, amigo de poetas y filósofos, y fundador del partido totalitario cuya ideología justificaba la sublevación. Y eso le faltaba a él: tener un politicastro por encima que lo dejase en mero jefe militar; y que, después de ganar la guerra, le diría: “Muchas gracias, mi General, y ya puede usted retirarse con una buena paga”. De eso nada, monada.
            Así que el General se inclinaba cada vez más por hacer caso a su esposa. Ella era tan despiadada y ambiciosa como él… y más lista. Y provocar la venganza de los demócratas cargándose al hijo de su jefe le parecía una jugada genial. Pero, por otro lado, su primo el secretario aducía en defensa de sus argumentos la tradicional nobleza y caballerosidad de los militares, su amor a la Patria, que reclamaba un jefe de la talla del político preso en territorio enemigo y, por último, la caridad cristiana, y más que cristiana, católica, de la que siempre había hecho gala el General, para que no ordenase la ejecución de un muchacho inocente, por muy hijo que fuera del jefe del Gobierno.
            El General estaba sumido en la incertidumbre, y las agujas del gran reloj de péndulo de su despacho no esperaban. Pronto darían las doce, el barco extranjero zarparía de vacío y el ilustre preso estaría sentenciado, aunque no ordenase fusilar al joven demócrata, tal como le recomendaba su mujer para estar más seguros.
            -Es que mi señora es un mal bicho – se dijo en un momento de debilidad. Y reconoció que si esta frase la hubiera pronunciado cualquier otro, incluido su primo, lo hubiera mandado ejecutar inmediatamente; pero tenía que reconocer que era una mujer de armas tomar. Con lo bien que vivía él en las Islas, tan tranquilo, y fue ella la que lo convenció de que se sumase al Glorioso Movimiento ese de las narices. Y una vez puesta en su limitada mollera la idea de convertirse en Jefe Supremo de la rebelión, ¿quién se resistía a eliminar cualquier impedimento? Dios, o quien fuese, no se habría llevado a todos sus competidores en vano…Y las agujas se acercaban ya a las 12.
-¿Qué? ¿Firmas la condena del hijo del Presidente o llamas para que lo pongan en libertad? – le apremió la Señora – Hijo, que das grima con tanta duda.
Pero el General no hizo nada, inaugurando así una característica muy importante de su política de los siguientes 40 años. Dieron las 12 y los dos reos siguieron cada uno en su cárcel. Y así fue como el General se convirtió en Generalísimo.

                                                                              Miguel Ángel Pérez Oca.          

sábado, 19 de marzo de 2016

LA GRAN DECEPCIÓN.


         El PP no necesitaba decepcionarme. Lo ha hecho desde siempre, o sea, desde que se llamaba Glorioso Movimiento Nacional y yo era pequeñito. Ciudadanos me pareció una derecha homologable y abrigué alguna esperanza de que fuera capaz de canalizar la mezquindad de los casposos conservadores carpetovetónicos hacia posiciones de derecha razonable y europea; pero ya veo que, puestos a funcionar y con el ejemplo deplorable de las derechas europeas al uso, son más de lo mismo. Ahora bien, mis esperanzas de toda la vida estaban en la Izquierda… ¿Llamaré Izquierda al PSOE? Desde que el impresentable Felipe González dijo aquella malvada estupidez de “Hay que ser socialistas antes que marxistas”, que no abrigo muchas esperanzas en los social demócratas hispánicos. Alguna vez me he hecho ilusiones, cuando Zapatero, e incluso cuando Rubalcaba; pero este Pedro Sánchez, guapito y artificial, me parece un guiñol, una marioneta manejada por oscuros compromisos, que se manifiestan en las famosas “puertas giratorias” donde los “felipes” acomodan sus mezquinas ambiciones de monosabio. Está claro que hay un imperativo secreto que hace imposible la confluencia de izquierdas, desde tiempos inmemoriales. Acordaos de Anguita y las preferencias de Felipe por aliarse antes con los nacionalistas vascos y catalanes que con sus presuntos “hermanos”. Ahora se ha vuelto a ver: Don Pedro prefiere el acuerdo con Ciudadanos antes que con sus hermanos proletarios. Porque, como dice él: “los números no cuadran con la Izquierda, solo”. ¿Y con la derechita de Rivera, sí? ¿Por qué no se buscó primero un acuerdo de izquierdas y después se propuso la negociación con la neo derecha, con la que tampoco “dan los números, solo”?
Hay un mandamiento secreto, desde la Transición, que impide los acuerdos de gobierno entre PSOE y la Izquierda de verdad ¿Estamos? Pues, eso. Pero la decepción no acaba ahí. Cuando las elecciones del 20 de diciembre cambiaron el panorama político proclamando el fin del bipartidismo, lloré de alegría. Ahora me arrepiento de haberlo hecho. Porque todos, ¡TODOS!, me han defraudado. El mesiánico Pablo Iglesias y sus muchachos están sometidos a las tensiones internas que les provoca tanto friki en sus asambleas maximalistas. No se puede ir por la vida política con un Todo o Nada por divisa. Hay que negociar, someterse a un Programa Mínimo a falta de un maravilloso Máximo al que solo se puede acceder (y con reservas) cuando se conquista la mayoría absoluta, impensable en este momento de tetra o multi partidismo. No se puede, pero si se manifestasen razonables y tragasen con alguna limitación a sus ambiciones legítimas y dignas (que conste que lo son, aunque no posibles al 100% en este contexto), ¿qué dirán los frikis de sus asambleas?. Podemos, más que un partido es una moda, y se puede disolver en multitud de grupúsculos iluminados por la verdad intransigente. Las “Mareas”, Compromís, las confluencias madrileñas y barcelonesas, etc. pueden saltar de la olla a presión en cualquier momento y el 15M será como el Mayo de 68, un bello recuerdo bajo los adoquines del “establisment”. Tendrían que aprovechar el momento, porque si lo dejan pasar y hay que ir de nuevo a las elecciones, la gente no se lo va a perdonar y se quedarán solitos con sus frikis y sus tonterías.
 Dejadme aquí que deje constancia de una honrosa y entrañable excepción: Para mí, la única opción razonable y constructiva de izquierdas es la que representa Alberto Garzón de Izquierda Unida, digno heredero de Anguita el honesto; pero la maldita Ley Electoral y los desprecios y maniobras de Iglesias y sus muchachos los han reducido a una posición que no pasa de testimonial.
Y en la periferia de este follón está la causa catalana, el señuelo de una independencia imposible e imposibilitadora (señuelo de los Pujol, Mas, etc. para ocultar sus pecados), que aún enrarece más la posibilidad de una armonía entre la izquierda y el centro izquierda. Si no dices que apoyarás el referéndum, se te marcha la izquierda periférica, y si lo apoyas, no hay manera de que trague el tándem PSOE-Ciudadanos y sus tabús de que “se rompe España”.
¿Es tan difícil hacer ver al electorado periférico que la actual Constitución (que se pactó entre franquistas e ilusionados y condescendientes demócratas dispuestos a bajarse los pantalones con tal de ser libres), imposibilita un referéndum de autodeterminación y que su modificación es impensable con un Senado en manos del PP? ¿Es imposible llegar a un acuerdo para una legislatura corta (1 ó 2 años) en la que se aprueben las leyes y medidas más urgentes, en las que todos (salvo el deleznable y corrupto PP) estén de acuerdo? ¿Dónde está la voz que imponga el sentido común? En la entrevista del bar, con el divino Ébole, Pablo y Albert estaban de acuerdo en muchas cosas, en general, con las más urgentes. Yo me pregunto si Évole tendría que llamar a ese dichoso bar a los tres o cuatro dirigentes implicados, a ver si delante de unas cervecitas llegan al acuerdo que les exige el pueblo.
            Porque si no, que se vayan a hacer puñetas… Todos.
                                                                      

                                                                                            Miguel Ángel Pérez Oca.  

jueves, 10 de marzo de 2016

CRETINISMO POLÍTICO Y CIENCIA FICCIÓN.

Me tendréis que perdonar, pero últimamente no tengo muchas ganas de escribir en el blog. Debe ser el efecto de algo así como una depresión politicogénica. Y es que la situación política de mi país me tiene hecho polvo. Yo me pregunto si es que nuestros líderes son idiotas o si se han propuesto volvernos locos a todos con sus intransigencias y sus chorradas. ¿Tánto costaría que cada uno repasara los programas de los otros y dijera con cuáles de sus medidas propuestas está de acuerdo, para ver qué acciones urgentes cuentan con la aprobación de todos ellos (por ejemplo: una nueva y proporcional Ley Electoral, acciones urgentes contra la pobreza y la desigualdad, etc.), y a continuación acordar una legislatura breve, de uno o dos años, con un gobierno de integración, o con el apoyo de todos (excepto el maldito PP, claro), con el fin de sacar este país del atasco y con una nueva ley electoral, hacer elecciones anticipadas en cuanto esas medidas estuvieran ya tomadas? Sería una solución razonable, pero no se le ha ocurrido a ninguna de nuestras imbéciles lumbreras. ¡Pues que les den! Como nos lleven a nuevas elecciones en agosto o septiembre, le daré a las papeletas un uso más útil que el de ser depositadas en las urnas. Las utilizaré de papel higiénico.

Por otro lado, estoy inmerso en la escritura de una novela de ciencia-ficción que me tiene en plena fiebre creativa y a la vez me relaja y me compensa de todos los disgustos que me dan los Pedros y los Pablos de las narices. Os pongo un dibujo que he hecho sobre un alienígena del planeta C del sistema 351 Orionis. A ver qué os parece. Las elucubraciones sobre el viaje interestelar y sus connotaciones relativistas y tal, me ocupan todo el día y parte de la noche. Por eso y por lo otro, estoy flaqueando en mi labor de bloguero. Espero que me perdonéis.
En cuanto pase la epidemia de cretinismo político, me pongo otra vez al tajo.
                                                                                          Miguel Ángel Pérez Oca.

miércoles, 9 de marzo de 2016

LAS TRES GRACIAS.



El tema (los temas) propuesto por la Tertulia para el pasado lunes, era (eran) nada menos que "La Primavera y yo", "Ciudadano del Mundo" y "El amor y la vida", ¡Todo para una sola página! Demasiado para el cuerpo. Y todo porque vinieron tres nuevos tertulianos y cada uno propuso su tema, como es costumbre en nuestras reuniones. El cabreo me hizo presentar solo una composición poético- reivindicativa que os adjunto, y en la reunión se propusieron y acordaron ciertas medidas de democratización del funcionamiento, respecto a la fijación de temas y lecturas por consenso de todos los tertulianos.
¿Vale?

LA PRIMAVERA, YO Y OTRAS CUESTIONES.

“Primavera y yo”, un tema.
“Ciudadano del mundo”, más.
“Amor y la vida”… ¡Venga!
Si al por mayor me los das.

Y sin aliento me dejan,
por exceso, las cuestiones,
que tal montón de propuestas
me provoca confusiones.

Amor y vida, si escribo,
he de tratar con cautela,
que no sería de recibo
que lo dé por bagatela

La Primavera y yo me darían
para buenas reflexiones
y una página tendría
completa de mis razones.

El ciudadano del mundo
es también un argumento
para escribir muy profundo
sobre muy graves eventos.

Mas no se me haga escribir
tres temas en una página
haciéndome discernir
como si fuera una máquina.

Desisto, pues, de afrontarlos,
al menos en buena prosa,
que en verso habré de colarlos
por razones enojosas.

Primavera, ciudadano,
amor, vida… en una pieza.
Me rindo y dejo el encargo,
que me duele la cabeza.


                                                             Miguel Ángel Pérez Oca.