martes, 12 de julio de 2016

OTRO DE PERDIDOS EN EL DESIERTO.




Este poema de verso libre también está hecho para la Tertulia:

Perdido en el desierto,
voy caminando sin rumbo.
Estoy solo bajo el sol abrasador,
solo y perdido,
desamparado.
Arrastro los pies sobre un suelo ajeno y hostil,
y hace ya mucho tiempo que he desechado toda esperanza.
Nadie encontrará jamás mis huesos calcinados.
Nadie se apiadará de mí y me indicará dónde hay un oasis
de húmedo verdor y sana hospitalidad.
Lo sé muy bien.
Ni siquiera los cuervos se ciernen sobre mi cabeza,
ni hay hienas hambrientas detrás de mis pasos.
Camino y camino hasta que me detengo ante un semáforo
y espero la luz verde para seguir mi sendero perdido,
rodeado de gente ciega y muda
que no me ve sino como un obstáculo
en sus itinerarios apresurados hacia lo cotidiano;
que no me habla sino para decirme que me aparte.
Entre ellos me siento cercado por un horizonte
de torva indiferencia,
rodeado de estériles anuncios de neón
que no me dicen nada
y del tráfico infernal de esta ciudad
donde los solitarios se mueren de tristeza.
Y así me arrastro por el desierto de mi vida
y no espero salir nunca de este páramo,
porque el desierto está en el mismo centro del centro de mi alma.
Porque lo llevo incorporado como un accesorio inevitable
desde que nací en esta sociedad

mezquina, zafia, insolidaria e inmisericorde.

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