martes, 9 de enero de 2018

EN EL LADO OSCURO DE SHACKLETON.

El tema de ayer era "El lado oscuro", y yo presenté este trabajo que espero os guste y os haga pensar en los nacionalismos, patriotismos, banderitas e himnos y demás zarandajas inútiles y muchas veces sangrientas.





Hay un cráter en la Luna, llamado Shackleton en honor al famoso explorador austral, que está en el mismo Polo Sur de nuestro satélite. Su excepcional posición hace que en su fondo no dé nunca la luz del sol. Esa zona, siempre sumida en las tinieblas, es conocida como “el lado oscuro” y es la ideal para montar allí la primera colonia lunar, por una razón evidente: Todo el fondo del cráter de 30 kilómetros de diámetro y 5 de profundidad, está cubierto de hielo. Durante millones de años, los cometas han estado estrellándose en la superficie lunar y esparciendo allí el hielo de agua del que están compuestos. Este hielo se ha sublimado al calor del sol y escapado al espacio exterior, excepto en Shackleton, donde el frío y la oscuridad eternos han preservado el preciado sólido, que podría surtir de agua, oxígeno e hidrógeno a un habitáculo permanente…

            En el fondo del Lado Oscuro se ha abierto una compuerta y ha surgido de ella un pequeño vehículo de seis ruedas con un único tripulante, embutido en su escafandra de astronauta. Jordi tiene que darse prisa para llegar al emplazamiento del telescopio de 12 metros de diámetro, justo en el borde del cráter. Allá arriba siempre da la luz del sol y una pantalla de cerámica protege al enorme aparato de acabar achicharrado. El mecanismo se ha detenido, y conforme avanza el Sol por el horizonte sobrepasará la protección y fundirá su delicada óptica. El vehículo aparca a la sombra del observatorio y Jordi se apresura a destornillar una tapa y cambiar la pieza averiada.
            -Vale, Jordi, ese trasto ya funciona otra vez – le dicen desde la base.
            Jordi conecta el ordenador de su vehículo al telescopio para comprobar su funcionamiento correcto. Bajo un cielo cuajado de estrellas, rodeado por la desolación, su vista se fija en el globo de la Tierra, que parece apoyarse en el horizonte. Apunta el objetivo del instrumento al planeta azul. La Península Ibérica está libre de nubes. Y Jordi reflexiona sobre la maravilla y la insignificancia de nuestro mundo en medio del Cosmos. Por supuesto, no se ven las fronteras inventadas por el ser humano. Anoche, el Telediari Catalá le informó de la marcha del eterno problema de su país. Desde la capital de la República, Ciutat Puigdemont (antes conocida como Girona), el Molt Honorable President Capdepera se lamentaba de que el Condado de Barcelona había proclamado unilateralmente la independencia. Los dirigentes barcelonistas quieren separarse de Catalunya, transgrediendo la Constitució Catalana de 2025, y se quejan de que, durante el referéndum ilegal que han montado, han sido agredidos salvajemente por los Moços d’Esquadra que intentaban confiscar las urnas.
            Jordi mira al firmamento, sobre su cabeza, y piensa que algún día los nacionalismos serán considerados como delitos de insolidaridad. Se encoge de hombros, sube a su vehículo y regresa a la base lunar donde le esperan sus camaradas de varios países y razas.
Desde el Lado Oscuro de Shackleton no se ven las fronteras.
                                                               
                                                                    Miguel Ángel Pérez Oca.


                                                           (500 palabras, sin título ni firma. )

1 comentario:

el sindrome de ulises el blog de eusebio perez oca dijo...

Insisto, ¡Genial!. Y como dije el otro día......el que se pique, que se rasque.

Eusebiet d´Alacant.